Crear un vino es mucho más que hacerlo, es soñarlo primero, pensarlo después, y lograrlo finalmente. Y para tener éxito no hacen falta conocimientos técnicos si se cuenta con buenos agrónomos y enólogos, pero sí es indispensable la pasión. La pasión por hacer las cosas bien, por rendir homenaje a los que nos dejaron su legado, por compartir.
Claro que a la pasión hay que acompañarla con paciencia, dedicación y esfuerzo. Valores que Pascual Castrovillari tiene, y por eso sus vinos son expresivos y equilibrados, con el carácter de Agrelo y la crianza justa. Se pueden beber o guardar, para regalar o regalarse. Vinos de partidas limitadas, elaborados con una dedicación personal ilimitada.